martes, 28 de junio de 2016

Convivencia AMAM - Galicia

El 14 de Mayo del 2016, con un día nublado las fraternidades, grupos en formación y  las hermanas asesoras,  nos trasladamos desde Orense a Rianxo acompañados de la Hermana Toñi, Ana Mª y Olimpia, Asesora, Animadora y Secretaria Provincial del Equipo Animador, que nos honraron con su querida y estimada presencia.

Al llegar nos esperaban las  hermanas de las fraternidades de Rianxo y su Asesora, la Hermana Henar, para darnos la bienvenida; sentíamos una grata alegría por encontrarnos y poder abrazarnos fraternalmente,  nos obsequiaron al entrar con un reconfortante café con bizcocho.

Comenzó la Convivencia con una oración preparada con mucho cariño por las asociadas del Colegio de Orense, y la vocal de zona Rosita Ramos,  les dio la bienvenida e hizo las presentaciones de los miembros del Equipo Animador provincial que nos acompañaban y a continuación se presentaron las fraternidades y grupos asistentes.

Saludamos y agradecimos al sacerdote Dn. Jorge Juan, que tuviese a bien acompañarnos y regalarnos el don de su palabra sencilla y llena de sentimiento, hablándonos de la inmensa Misericordia del Señor, emocionándonos y llenando nuestro corazón de vivos deseos de imitar al Maestro. A continuación trabajamos en grupo el tema “Peregrinos a las periferias” de la bula de la Misericordia del Papa Francisco.

Terminamos la mañana con la celebración de la Eucaristía, que con exquisito esmero prepararon las/os hermanas/os de Rianxo y Celanova, acompañada de los cantos dirigidos por Luís y la homilía del Sacerdote, que nos animó a ser misericordiosos con los necesitados de nuestro entorno, teniendo presentes la obras de misericordia, tanto las corporales como las espirituales. Una de las ofrendas era el vino, el aceite y las vendas, que nos recordaban la actitud del Buen Samaritano, al terminar nos dio un trocito de venda a cada uno a la vez que nos hacia el envío, para que saliésemos a las periferias a ejercer la misericordia.

A las dos de la tarde nos sentamos a la mesa para degustar una comida sencilla pero propia de la tierra, que nuestro hermano Miguel Ángel se había encargado de preparar, todo exquisito, siempre en un clima de verdadera fraternidad, dichosos de poder compartir este día en compañía de los hermanos y hermanas, hablábamos, reíamos y nos sentíamos felices. Las hermanas de Rianxo nos mostraron algún rincón  de su hermoso pueblo y de la Residencia María Ana, donde celebrábamos la convivencia.

Continuemos  trabajando en grupos sobre el tema, compartimos lo que sentíamos  y lo que el tema nos comprometía, fue un trabajo muy productivo, concluyó con una puesta en común, enriquecida con las diferentes aportaciones de cada grupo. Tras la puesta en común, finalizamos con una corta oración preparada por las hermanas del Barco.

Comenzamos a despedirnos y prolongábamos el momento porque nos daba pena tener que separarnos. Nuestra Madre la Divina Pastora y María Ana nos siguen uniendo en fraternidad,  aunque la distancia nos separe, nuestros corazones seguirán unidos.  

Y en paz y alegría, acompañados del Señor, nos dirigimos a nuestros respectivos hogares. 




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