domingo, 29 de noviembre de 2015

Curso bíblico: Domingo 29.11.2015





Este domingo empieza un nuevo año litúrgico. Es una realidad que está bien recordar cada año. Puede ayudarnos este gráfico u otros de años anteriores, a trabajarlo en clase, destacando lo esencial de cada tiempo litúrgico. Empezamos las lecturas correspondientes al ciclo C, es decir, leeremos de forma continuada el evangelio de san Lucas durante los domingos del tiempo ordinario. Los tiempos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua, tienen evangelios propios. 
Junto con el año litúrgico empezamos también el Adviento. Durante cuatro semanas la Iglesia nos invita a vivir un proceso de conversión, no porque Jesús vaya a nacer (no nace de nuevo) sino porque el hecho de que se haya encarnado es una Buena Noticia de tal magnitud que necesitamos contemplar este misterio y tomar conciencia, una vez más, de que se ha hecho también carne de nuestra carne. 
Al mismo tiempo es una invitación a prepararnos para la venida definitiva, para nuestro encuentro definitivo con Él al final de nuestra vida mortal. Por eso se nos habla de atención, vigilancia, de compromiso en al espera activa. 

Este primer domingo, el evangelio de Lucas nos trae un mensaje central: “Tened animo, levantaos, se acerca vuestra liberación” ¡Cuanta falta nos hacen mensajes de este tono!
Pero esta liberación que se acerca se nos va haciendo presente a base de signos que debemos entender estando despiertos, atentos, lúcidos…, porque no sabemos cuándo vendrá a nosotros el Señor. De ahí su segunda idea central: Manteneos despiertos, estad atentos…
Nos invita a preguntarnos, ¿estoy despierto?, ¿descubro en los acontecimientos de la vida ordinaria, signos de la presencia-venida del Señor? ¿Qué cosas me mantienen adormecido?

Lucas 21,25-28.34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol, en la luna y las estrellas; las naciones estarán angustiadas en la tierra y  enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres se quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad, ante lo que se le viene encima al mundo, pues las columnas de los cielos se tambalearán. 

Los judíos creían que todo cambio profundo en la Historia (ahora diríamos todo cambio de era) se expresaba, también en la naturaleza y en todo el universo. Algunos pueblos vecinos de Israel adoraban a los astros y copiar este culto era una tentación reiterada. Recordemos este texto:
“Cuando levantes tus ojos al cielo, cuando veas el sol, la luna las estrellas y todo el ejército de los cielos, no vayas a dejarte seducir y te prosternes ante ellos para darles culto” (Deuteronomio 4, 19)
El evangelio de hoy no nos habla de una catástrofe en el cosmos, sino de un cambio profundo que puede hacer que todo se tambalee. Y en medio de ese cambio hay un signo: la presencia del Hijo del hombre. Lucas es el evangelista de los signos y nos invita a leerlos con atención e interpretarlos, porque son muy importantes.
Con palabras de hoy podríamos decir: cuando parece que todo se derrumba a tu alrededor, que todo se tambalea dentro y fuera de ti, mira atentamente lo signos de liberación que están presentes y mantente bien despierto para leerlos e interpretarlos
Cuando se escribió este texto muchas comunidades cristianas habían sufrido acontecimientos terribles, como la destrucción de Jerusalén y de su templo. Apenas quedaba un trozo de muro del lugar donde Yahvé “habitaba” y sus riquezas habían sido saqueadas y llevadas a Roma. Allí Nerón también había perseguido  cruelmente a los cristianos.
La destrucción del templo, para la mayoría de los judíos era equivalente al fin del mundo porque Jerusalén era el centro religioso, político, social y económico de su mundo conocido. Y la destrucción del lugar en el que la presencia de Yahvé era más densa y real, era una tragedia 
Lucas está invitando a las comunidades cristianas a recordar que aunque sucedan esos hechos terribles, Jesucristo (el Hijo del hombre) está presente (viene en una nube). Y está presente no como el varón judío que murió, proscrito, en una cruz, sino como el Hijo que ha resucitado y ha recibido el poder de su Abbá. 
Entonces, incluso el martirio, forma parte de la liberación. Es el momento de mantenerse en pie, firmes, como testigos, en lugar de huir atemorizados. 

Entonces, verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Vosotros, cuando empiece a suceder estas cosas tened ánimo y levantad la cabeza, porque  se acerca vuestra liberación.

Conviene leer una y otra vez este párrafo porque es el mensaje central, mientras que el anterior es sólo como el escenario de una obra de teatro: levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación.
Como hemos dicho en otros evangelios similares a Lucas le preocupa poco describir los acontecimientos que podían ocurrir en el futuro, en su evangelio quiere recordar la importancia de seguir a Jesús, en medio de las pruebas. En un lenguaje apocalíptico (diríamos que con un envoltorio de tipo apocalíptico) hay un mensaje de liberación y esperanza. Pone sobre aviso de algo importante que va a suceder.
Un ejemplo significativo en el colegio, para que comprendan mejor este texto, sería el anuncio de un examen, invitando a estudiar para aprobar. Los alumnos pueden percibirlo como una amenaza, con una mala noticia. Por parte del profesor  el anuncio es una llamada de atención para organizarse bien, estudiar y aprobar. 

Tened cuidado no se os embote la mente  con el vicio, la bebida y los agobios de la vida y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre los habitantes de la tierra. Estad siempre velando, orando para que podáis libraros  de todo lo que está por venir, y manteneos en pie ante el Hijo del hombre»

Para percibir los signos de algo realmente nuevo hay que estar muy atentos, vigilantes. San Lucas nombra tres grandes y peligrosos enredos que pueden dejarnos adormecidos, atontados:
·      El vicio, es decir, todo aquello que nos hace daño, que nos rompe en todas las dimensiones del ser humano, que es tan apetitoso que nos entretiene, nos hace creer que eso es la felicidad y nos paraliza, en lugar de despertarnos dinamismos de liberación.
·      La bebida (o cualquier droga, diríamos hoy) es una forma de anestesiarnos, de olvidar, de pasar el rato sin querer ver todo aquello “que se mueve”, ya sea en la sociedad o en nuestro interior. La frase “beber para olvidar” expresa muy bien la actitud de beber o drogarse para no aprender del pasado y transformarlo en sabiduría para el presente.
La imagen de algunos adolescentes y jóvenes en fin de semana es patética: semi-conscientes, tirados en el suelo, diciendo tonterías, incluso sucios porque se han hecho sus necesidades encima. Son un ejemplo muy claro de cómo están adormecidos y embotados ante la realidad que les rodea. Lo triste es que están embotados también para ver su propia belleza interior y conectar con la fuente de dinamismo que hay en lo más profundo.
·      Los agobios de la vida. El evangelio de san Mateo nos da un consejo similar: ¿Y quién de vosotros, por mucho que se afane, puede añadir una hora al tiempo de su vida? (Mateo 6, 27). El agobio es un callejón sin salida. Es una sobrecarga emocional en una situación que ya es difícil o complicada. La paz interior nos permite ver la salida, la rendija de luz en la oscuridad. El agobio nos repliega en postura fetal  y no vemos nada, más allá de lo que nos enreda en ese momento.

El evangelio en las TIC
Os indicamos algunos enlaces de interés sobre el Adviento en general. Los cuatro primeros son de este año, y a continuación recordamos algunos de los que os mandamos el año pasado que pueden seguir siendo válidos.
https://youtu.be/-zygEEhQS0E  “Quedan 27 días” preparados, empieza el Adviento
https://youtu.be/EEmPVg1YDX0  “Prepárate en Adviento” canción para el Adviento, para niños. Muy de María. Con dibujos de Fano.  2 minutos
https://youtu.be/6_pNiFebV2U  “Tiempo de espera” Canción de Adviento Bonnie Ramírez con dibujos de FANO y subtítulos para que sea más fácil aprenderla. 3,34 minutos
http://www.blog.nicomontero.com/2013/12/01/12-canciones-de-nico-montero-para-el-adviento-2013/  Nico Montero para Adviento. Materiales para todas las semanas.

 “Adviento: Haz latir el corazón del mundo” PJVdehonianos. Muy bueno para los jóvenes,  3,55 minutos. http://youtu.be/PmDIBokJKcM
 “Es tiempo de Adviento”, brevísimo video con imágenes de las cuatro velas de Fano. Motivador para iniciar este tiempo litúrgico a partir de cuatro verbos: despertar, ponerse en camino, buscar y acoger. http://youtu.be/5creGml03Tk  0,23 minutos
 “El Adviento explicado del mejor modo posible” video para los adolescentes realizado por Spirit Juice Studios (2,26 minutos) simulando un corto antiguo en blanco y negro: http://youtu.be/y6b1llVDv1U . En inglés, subtitulado.
“Conspiración de Adviento: provocando la Navidad” Video de reflexión sobre el Adviento y la preparación de otra Navidad más auténtica; muy bueno para verlo en familia,  5 minutos http://youtu.be/UhW4L0ZjON0
“Llegaste Tú” canción de Luis Guitarra sobre la llegada de Jesús, con fotos de la actualidad: http://youtu.be/l_ko6cNt1Vg  4,11 minutos.
“Algo pasa en la tierra” himno de Adviento de Nico Montero, con los coros de Brotes de Olivo y el texto de la canción en las diapositivas. http://youtu.be/3sPXsQ-wGQ8  4,15 minutos

Para este domingo en concreto es muy bueno:
-          https://youtu.be/DYsKF5H66KI  Poneos en pie” canción de Ain Karen 2,44, minutos.

PARA REFLEXIONAR
1.      Personalmente
-     Otro Adviento más, otro montón de cosas que hacer y organizar en el colegio antes de las vacaciones de Navidad… Vamos a intentar hacer un esfuerzo por dejar eso un ratito al margen de nuestra mente. Desde el silencio interior tratamos de ver tantos Advientos vividos, ¿qué recuerdo nos han dejado? ¿hay alguno especialmente importante? ¿Por qué? (Es importante pararnos para salir de la rutina)
-     Despues de leer detenidamente este evangelio ¿con qué palabras me quedo? ¿Qué verbos siguen resonando en mi?
-     Despertad, vigilad, estar atentos… ¿qué supone esto en mi vida en estos momentos? ¿Qué me mantiene “adormecido”, ausente al momento presente, distraido, estresado…? ¿Qué puedo hacer para salir de ello?

2.      En la fraternidad, la familia…
-     Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no hemos entendido, lo que más nos ha gustado…
-     Nos planteemos ¿qué solemos hacer en nuestra familia cuando llega el Adviento?   Según lo reflexionado sobre el evangelio de hoy, ¿qué nos parece importante mantener? ¿qué podemos hacer este año para prepararnos como familia al encuentro con el Señor?
-     Podemos dialogar con los hijos sobre, ¿qué es estar vigilantes como familia? ¿A que atendemos? ¿Qué nos mantiene adormecidos?
-     Os proponemos buscar un símbolo que se pueda colocar en un lugar visible de la casas y hacer delante de él una pequeña oración juntos, al empezar cada semana de Adviento.




domingo, 22 de noviembre de 2015

YO SIGO A MI REY

Un poderoso sultán viajaba por el desierto, seguido de una larga caravana, que transportaba una pesada carga de riqueza en oro y objetos preciosos. A mitad de camino, cercado por el fuego de los arenales, un camello, extenuado, cayó para no levantarse. 

El arca que transportaba sobre sus espaldas, crujió y se deshizo dejando esparcidas sobre las aremas joyas y brillantes. 

El príncipe, no teniendo con qué recoger el precioso caudal, hizo un gesto entre displicente y generoso, invitando a sus pajes y criados a guardarse lo que cada uno podía cargar sobre sí. 

Mientras éstos se abalanzaban con avidez sobre el rico botín para buscar entre los granos de arena otros granos que brillaban un poco más, el príncipe siguió adelante un camino por el desierto. 

De pronto, escuchó los pasos de alquien que caminaba a sus espaldas. Volvióse y advitió que era uno de sus pajes que le seguía, jadeante y sudoroso.
-Y tú -le preguntó-, ¿no te quedas a recoger nada?

El joven respondió con secillez llena de distinción:
-YO SIGO A MI REY.


viernes, 20 de noviembre de 2015

Curso bíblico: Domingo 22.11.2015



Terminamos este domingo el año litúrgico, con la fiesta de Jesús Rey del Universo. En ella recogemos de forma simbólica la centralidad e importancia de la persona de Jesús, en nuestras vidas y en la historia, en la Iglesia y en todo el universo. 
Su persona marca también el año litúrgico, que trascurre entre esa primera venida de Jesús, que recordamos cada Adviento, y la segunda o definitiva venida del Señor, tanto al final de la historia de la humanidad, como al final de nuestra propia vida, en ese encuentro definitivo de cada uno de nosotros con Él.
Más allá del lenguaje difícil de entender, el evangelio de hoy nos invita a vivir en verdad, a entrar en esa dinámica del Reino en la que reinar es servir, y tener autoridad se traduce en amar y estar disponibles para los más necesitados.
Y esto, como nos dice Juan, le llevó a Jesús a la cruz, y nos hará participar de ella a todos sus seguidores, asumiendo la persecución y el sufrimiento por la verdad y la justicia. 



Juan 18,33b-37



Las tres lecturas y el salmo de esta fiesta de Jesucriso Rey del Universo, se centran en este reinado. Pero no es fácil que los  niños y niñas comprendan el contenido teológico de esta festividad si tenemos en cuenta la imagen de reyes y reinas que conocen a través de los medios de comunicación. Incluso a los mayores a veces nos cuesta entenderlo.
Vamos a recordar algunos aspectos importantes de lo que suponía un rey en el Antiguo Testamento:

En un ambiente de luchas y enfrentamientos casi continuos entre diferentes tribus, el pueblo pedía a Dios reiteradamente que les diese un rey. El Antiguo Testamento recoge estas peticiones, por ejemplo: “Ponnos un rey para que nos juzgue, como tienen todas las naciones” (1 Samuel 8, 5).


Saúl fue el primer rey de Israel, pero su comportamiento no agradó a Dios y lo rechazó. Entonces Samuel, de parte de Dios, eligió y ungió a David, el valiente pastor. Su misión como rey está recogida en el salmo 78: Dios “eligió a David, su servidor, lo sacó de los apriscos del rebaño, lo trajo de detrás de las ovejas, para pastorear a su pueblo Jacob, y a Israel, su heredad. Él los pastoreaba con corazón perfecto y con mano diestra los guiaba” (Salmo 78, 70-72).


David se aprovechó de su poder como rey y pecó gravemente, podemos recordarlo en 2 Samuel 11. Con la ayuda del profeta Natán fue capaz de arrepentirse, pidió perdón y acabó su reinado dando gracias a Dios con esta oración:

“Tú eres el dueño de todo, en tu mano están la fuerza y el poder, en tu mano encuentran estabilidad y grandeza todas las cosas (…) todo viene de ti y tuyas son las ofrendas que te hemos dado” (1 Crónicas 29, 10-18).


Después del reinado de David el pueblo tuvo experiencias muy dolorosas, porque gobernaron reyes corruptos y pedían a Dios un rey justo. Los profetas anunciaron la llegada de alguien (Hijo de hombre) que sería un auténtico rey.


Los textos de la Eucaristía de hoy, incluido el Salmo, recogen la esperanza y la realización de este anuncio. Este rey tendría poder sobre todos los reinos de la tierra y su reino no tendría fin (primera lectura). Vendría en las nubes, porque más arriba de las nubes creían que estaba el trono de Yahvé. Su enviado sería “el testigo fiel… el príncipe de los reyes de la tierra” (segunda lectura).

Con este trasfondo histórico abordamos el evangelio de hoy.


En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: « ¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús le contestó: « ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?» Pilato replicó: « ¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»


Podemos preguntarnos ¿por qué Pilato juzga a Jesús? Porque Herodes Arquelao, (hijo de Herodes el Grande) había sido rey de Judea, pero fue tan sanguinario que antes de ser coronado ya había mandado matar a cerca de 3.000 fariseos. Provocó grandes escándalos en todo el pueblo judío al violar reiteradamente la ley de Moisés en temas fundamentales. Por eso Roma lo depuso el año 6 d.C. 


Los emperadores decidieron que ya no gobernarían los hijos de reyes sino los prefectos (semejantes a gobernadores) que Roma enviara y que se mantendrían en el poder sólo mientras el pueblo judío estuviera satisfecho y no diera problemas a Roma.


Pilato fue el 5º prefecto, gobernó entre los años 26 y 36 d.C. y jugó a dos bandas. Intentó contentar a los judíos, como lo muestra claramente el juicio injusto que le hace a Jesús y el hecho de salvar a Barrabás. Pero, entre muchas otras cosas, fomentó el culto al César y mandó crucificar a muchos samaritanos, porque se rebelaron contra Roma unos tres años después de morir Jesús. Esto le costó el puesto.


Como no era judío no podía entender que condenaran a un hombre por haber dicho que era hijo de Dios, como dijo delante del Sanedrín (tribunal religioso judío) Sin embargo, si Jesús afirmaba que era rey podía traer complicaciones a Roma y era preciso librarse de Él. Los romanos se habían reservado el imponer penas de muerte y ejecutar a quienes el Sanedrín considerase culpables.


Es normal que Pilato pregunte a Jesús qué ha hecho. La respuesta de Jesús: “soy rey”, ante la autoridad política era como firmar su sentencia. Roma permitió que hubiera líderes políticos, que algunos hombres dijeran que eran el Mesías (no sólo Jesús se presentó así, hubo varios otros que dijeron que lo eran); permitió que esos hombres tuvieran seguidores, pero proclamarse rey ponía en peligro la organización política de Roma y eso ¡era intolerable!


Es importante leer la versión de los otros tres evangelistas sobre este encuentro entre Jesús y Pilato: Mateo 27, 2.11-26; Marcos 15, 1-15 y Lucas 23, 1-7.13.25. Destacan:

· El silencio de Jesús. Ha sido condenado injustamente por el Sanedrín. ¿Merece la pena dar muchas explicaciones a hombres que no son judíos y son sanguinarios, como Pilato y Herodes?

· Pilato quiere agradar al pueblo, porque es la condición para mantener su puesto y el poder seduce. Lo considera inocente pero prefiere acallar las voces de los seguidores de Barrabás que era un terrorista asesino.

· Juan da mucha más importancia al diálogo entre Jesús y Pilato que los otros tres evangelistas porque Pilato representa a Roma y al reino de este mundo, en que se daban todo aquello que Jesús había rechazado: desigualdad, violencia, opresión, etc. Frente a este “reino” Juan nos presenta a Jesús como testigo de la verdad.


Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»

Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»

Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»


El evangelista Juan pone el acento en una dimensión teológica: Jesús ha venido para ser testigo de la verdad, para dar testimonio de la verdad. A lo largo de su evangelio Juan nos habla de un mundo dividido en luz y tinieblas, en verdad y mentira. Seguir a Jesús implica tomar partido y situarnos en la luz y la verdad. 


¿Cuántas veces Jesús habría dicho a sus discípulos que su reino no era de este mundo? ¿Cuántas les habría dicho que los reyes de este mundo oprimen y utilizan la violencia?


Por todo esto, decir que Jesucristo es el rey del universo supone un gran ejercicio de traducción porque ser rey hoy no evoca lo que el evangelio de Juan quiere decirnos. Quizá es más claro así: frente a tantas figuras de reyes y reinas actuales, Jesucristo muestra que el poder y la gloria que recibe de su Abbá son para servir, amar y perdonar a todo el universo.

Es decir, entonces y ahora, Jesús nos ofrece una manera realmente alternativa de ser rey: el servicio a la humanidad (al universo), atendiendo en primer lugar a los más pobres y marginados, a través de un servicio gratuito, por amor. 


El evangelio en las TIC

https://youtu.be/JJU6kahXh2M Juicio de Pilatos a Jesús en el que se recoge la escena del evangelio de hoy, en ambiente de la pasión. 4 minutos de la película de Jesús de Nazaret.

https://youtu.be/vDWyKIZPJeQ  juicio de Pilatos a Jesús con el texto del evangelio y dibujos. Mejor para los pequeños. 2,51 minutos

https://youtu.be/vjOU221UmMw?list=RDAjcOuBAqppE  canción “Jesús es Señor” de Kairoi, para la oración de los adultos.

https://youtu.be/WGd6BMHbSXc canción “Siempre la verdad” de Jaime Riascos, para los más pequeños, si queremos hablar exclusivamente de “decir la verdad o vivir con honestidad” 

https://youtu.be/IJDL6gvw75s canción “El valor de la verdad” en inglés subtitulada. Del mismo estilo que la anterior.

PARA REFLEXIONAR

1. Personalmente
- Es importante que entendamos el contexto en el que surge este texto evangélico, para poder descubrir su mensaje profundo y dejarnos interpelar por él. Terminar un nuevo año litúrgico, también nos da una oportunidad de plantearnos cómo lo hemos vivido, qué hemos descubierto, en qué hemos avanzado como seguidores de Jesús, que domingo tras domingo escuchamos su Palabra.
- Os invitamos a plantearos cómo vamos haciendo nuestros estos criterios de Jesús
o ¿Cómo vivimos nuestros espacios de “poder o autoridad”, como los reyes de este mundo o como Jesús?
o ¿A quienes servimos, amamos, perdonamos? ¿A quienes nos cuesta más?
o ¿Cómo es nuestra relación con la verdad?  ¿Somos libres para defenderla o tenemos que pactar componendas varias por nuestros miedos?
-  Nuestra manera de ser educadores ¿es “alternativa” para nuestros alumnos, inmersos en una sociedad que en tantas ocasiones promulga otros valores distintos a los del evangelio?
- En definitiva, es ¿Jesús nuestro centro, nuestro Señor y “rey”? Podemos terminar haciendo oración el canto de Kairoi “Jesús es Señor”
2. En la fraternidad, la familia…
- Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no entendemos, lo que más nos ha gustado…
- Ser padre o madre lleva implícito un “poder y autoridad” ¿lo ejercemos como Jesús? ¿Cómo traducimos ese amor, servicio y perdón en nuestras familias y en la educación de nuestros hijos?  
- Ocupa realmente la persona de Jesús el centro de nuestra vida y de la vida de nuestra familia? ¿En qué hechos concretos y actitudes lo expresamos de forma que nuestros hijos lo puedan captar?
- Podemos terminar haciendo oración el canto de Kairoi “Jesús es Señor”.

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