viernes, 31 de octubre de 2014

Curso bíblico: Domingo 02.11.2014




Este domingo celebramos el día de los difuntos. Recordamos a todas las personas a las que nos hemos sentido muy  unidos y que hoy no están junto a nosotros. Frente a esta realidad dolorosa, el evangelio nos trae un mensaje de ánimo y esperanza, central en nuestra fe: después de la muerte Dios nos espera, nos ha preparado un hogar, una morada  junto a Él. Todo lo tiene a punto, como Abbá cariñoso, para que nuestra VIDA sea plena y para siempre. El texto se sitúa en el marco de los discursos de despedida en la Última Cena. Es evidente que Jesús no fue amigo de largos discursos, pero Juan consideró que era mejor recopilar varias  enseñanzas de Jesús y presentarlas en este marco final de la despedida, en el que sus palabras y sus gestos cobraban mayor densidad e importancia.

Juan 14, 1 - 6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.
Ya hemos comentado en otras ocasiones que, en tiempos de Jesús, el corazón no representaba únicamente la dimensión afectiva sino toda la persona, tanto su interioridad como su libertad y la toma de decisiones.  En los versículos anteriores al del domingo de hoy Jesús se estaba despidiendo de sus discípulos y Pedro le preguntó:
-“Señor, a dónde vas?”
Jesús le contestó:
-“A donde yo voy no puedes seguirme ahora, me seguirás más tarde”.
Es evidente que la posibilidad de que Jesús se fuera de su lado debió despertar muchas veces un sentimiento de miedo en los discípulos y discípulas. Ese miedo se podía expresar con la frase: su corazón temblaba porque podían perder a su Señor.
Pedro se había adelantado ofreciéndose a dar su vida por Jesús. Pero él no era el salvador, ni quien tenía que dar la vida en ese momento,  sino que era  Jesús el que al dar su vida abría un camino nuevo para la humanidad. Por eso Jesús colocó en su sitio a Pedro.
El texto del domingo de hoy nos recuerda que es Jesús el que nos muestra al Abbá y nos lleva a su presencia. Es Jesús quien se convierte en camino, en la medida en que todas sus palabras y acciones nos ayudan a dar pasos, no sólo acercándonos a Dios, sino descubriendo al Dios que nos habita.
Tiene mucha importancia ese “camino de ida y vuelta” expresado con los verbos  “me voy”  y “vuelvo” porque se refieren a la experiencia que tuvieron las comunidades antes y después de la Pascua.
Tomás le dice:
- Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?
Jesús le responde:
- Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.
Era habitual utilizar este recurso literario: simular que alguien hacía una pregunta para tener la ocasión de explicar algo en forma de respuesta. A lo largo del evangelio encontramos muchas veces este recurso. Evidentemente la respuesta no se dirigía sólo a Tomás, sino a los apóstoles, los discípulos, las primeras comunidades y cada uno de nosotros hoy.
En tiempo de Jesús conocer el camino era muchas veces la garantía de llegar a feliz término en un viaje, librándose de bandidos y de accidentes. Pensemos en la cantidad de caminos que había y las pocas señales que los indicaban. No había GPS.  Perderse en la oscuridad o en medio de una tormenta y llegar a unas cañadas oscuras, en lugar de la aldea a la que se dirigían, era una experiencia muy peligrosa.
En una sociedad en la que había mucho analfabetismo ¿cómo saber quién decía la verdad entre los maestros auténticos y los falsos maestros? Hoy tenemos muchos medios para poder contrastar una información y saber si es verdadera o falsa, antes no.
Hoy podemos saber qué es lo que nos da vida o nos la quita.  El evangelista san Juan nos presenta a Jesús con unas claves muy importantes en su tiempo: Jesús era la referencia segura, era la persona en quien podían depositar su confianza, porque no sólo era hijo de Dios, sino el camino para llevarnos hacia Dios y crecer como hijos amados.

El evangelio en las TIC

     ·       El “Corto animado: semilla del recuerdo” no tiene texto, pero la música y los colores de los dibujos expresan muy bien los sentimientos que tiene una niña por la pérdida de un ser querido. Mensaje final: “Lo que nunca se olvida vive para siempre” http://youtu.be/ddJ3YT0-V70 , dura 8,30 minutos, de los que los 5,30 primeros son el vídeo.

     ·         Lydia Jiménez Llort ha escrito y dibujado un cuento entrañable para los más pequeños, facilitando su representación y la expresión corporal, para enseñar a vivir el duelo y abrirse al ciclo de la vida:  http://youtu.be/_RqjTg_kii0  Oyakudachi. Vuela mariposa (el duelo). El término Oyadukachi significa ponernos en la piel del otro.

     ·         La vida y la muerte tienen un sentido en Jesús, camino, verdad y vida para siempre. Solo la fe en su presencia nos puede librar de los miedos.  Quizá puede ayudarnos esta canción de Nico Montero: http://youtu.be/UZo38mwwaZo la letra hace alusión a las muertes de hoy por la pobreza, desempleo, la soledad, la depresión, etc.

     ·         Texto del evangelio de hoy con imágenes: http://youtu.be/GHBJvUtexOQ

PARA REFLEXIONAR

        1.      Personalmente

ü Intenta leer el evangelio de hoy como un dialogo personal con Jesús. El te dice a ti que no tengas miedo, que te está preparando una morada… Deja que resuene en ti. ¿Qué te mueve por dentro?
ü Jesús se define a sí mismo como camino, verdad y vida. ¿Es eso para ti? En este momento, ¿como lo definirías?
ü La celebracion de hoy nos lleva a plantearnos la vida y la muerte, la vida más allá de la muerte, como esencial de nuestra fe. ¿Insistimos suficientemente en la vida eterna junto a Dios o reducimos la fe cristiana a una moral o conjunto de valores? 

           2.      En la fraternidad, familia…

Ü  Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no hemos entendido, lo que más nos ha gustado…

Ü  Nuestra casa de familia, nuestra fraternidad, más allá de sus condiciones físicas, ¿es una “morada”, un hogar en el que cada persona puede “no tener miedo”? Como padres y madres, ¿qué nos dice este evangelio para educar a nuestros hijos a vivir sin miedo?

Ü   ¿Cómo vivimos  el día de los difuntos en nuestra familia? ¿Hablamos de la muerte con nuestros hijos o evitamos del tema? ¿Creemos en la vida más allá de la muerte y ayudamos a vivir así a nuestros hijos?



miércoles, 29 de octubre de 2014

RETIRO EN PERÚ (10-11-12 DE OCTUBRE)


El Equipo Animador Provincial de AMAM-PERÚ agradece al Señor por bendecirnos permanentemente y renueva su compromiso de servir con amor y entrega a todos los hermanos. Asimismo, agradece a la Madre General  Rosario Sánchez por habernos dedicado su valioso tiempo y compartido un profundo tema que ha quedado en nuestros corazones.

Un agradecimiento muy especial a nuestra Asesora Provincial Hna. Vilma Martínez por su acompañamiento y guía espiritual que llega a todos y cada uno de los hermanos de la Asociación.

Los días 10, 11 y 12 de octubre realizamos un retiro al que asistieron hermanos de todo el país. A continuación presentamos testimonios de algunos hermanos.

“Saludo fraterno y especial agradecimiento, por ayudarnos a vivir un cálido y emotivo retiro… Cristo Jesús sabrá recompensar, vuestro esfuerzo y entrega.
Hermosos días vividos en la presencia y compañía del Espíritu Santo, que se manifestó en el don de M. Vilma, la alegría del reencuentro con los hermanos, la sonrisa, el abrazo franciscano… compromiso de Perdón, Amor, Aceptación, Oración, Escucha. ¡Viva Cristo!... ¡Viva Francisco!... ¡Viva María Ana!..¡Viva AMAM!”
Ricardo y Betty
Fraternidad Amamos a Jesús

“Todos estábamos muy felices por las enseñanzas de la Madre Vilma por quien le damos gracias a Dios y pedimos para que el Señor la proteja y le siga dando esa sabiduría que le ha concedido y nos da a nosotros.”
Fraternidad María Madre del Divino Pastor

Tuve un retiro lleno de paz y amor. Para mí fue algo muy especial ya que yo no iba a poder ir por motivos de salud, pero el Señor quiso que fuera y fui llevando mis inyecciones para mis dolores, pastillas y frotaciones pero Bendito sea el Señor que no necesité nada, no tuve molestia alguna.
Ivonne Ramírez
Fraternidad María Madre del Divino Pastor
“Para mí fue un retiro muy esperado y ansiado y lo viví con mucha intensidad pues todo era propicio: el silencio, los temas, la alegría de ver a los hermanos de la Asociación y la cercanía de Madre Vilma, como nos quiere!!! Sabe de nuestras necesidades y debilidades. Mi compromiso y siento que Dios me lo pide es contribuir a la "UNION" tanto de mi familia como la de mi Fraternidad.”
Gracias a Dios por haberme permitido vivir esta experiencia con amor y con mucha paz!!! Llena de gozo!!!
Mª. Esther Ortiz.
Fraternidad Amamos a Jesús

ELENA: “Es algo que necesitaba en mi vida, fue el alimento espiritual, que incrementa mi crecimiento en el amor de Dios”.

EMMA: “Muy interesante, para descubrir cómo se siente mi corazón y encontrar el tesoro más valioso que es el amor de Dios y saber por qué puerta ingresar para tener una vida positiva durante mi caminar, considerando uno de los valores principales que es el perdón, y tener una comunicación autentica con los demás, de confianza y sinceridad durante mi vida y poder huellas positivas a los demás que me rodean. Gracias por el retiro que me sirvió como alimento espiritual”.

CLARA: “Fue muy espiritual y reflexivo que profundizó el interior de mi vida y me hizo pensar en lo hermoso que es el don de la vida.”

ROSARIO: “Gracias a la madre Vilma por todo su aporte que es una ayuda espiritual para los demás.”
Fraternidad Camino con Francisco y María Ana 

 “El silencio y los temas me hicieron sentir mucha tranquilidad y paz para poder asimilar mis sentimientos y una vez más encontrarme a mí mismo .Mi compromiso ha sido tener paciencia .Paciencia para entender cuando no se hacen las tareas y cuando se hablan de generalidades y no de vivencias propias .Paciencia para aceptar al hermano tal como es.”
Con cariño y amor. Gracias
Walter Vargas F
Fraternidad Amamos a Jesús

“Se ha quedado grabado  en mi corazón algunas preguntas realizadas en el retiro, las más cuestionadoras para mí son:
¿Qué quiere Dios de mí?
Jesús: ¿Qué significas Tú para mí?
Y los conceptos que me cuestionan  para ser fraternidad:
Una fraternidad es:
Una Pasión
Un riesgo
Un itinerario
Un caminar con los ojos y oídos abiertos
Un desafío
Llegar a reconocer como igual a la otra persona.”
María Eugenia Domínguez
Fraternidad Divina Pastora

“Disfruté del retiro más bello de mi vida, la verdad es que lo he sentido como un regalo de amor. He salido renovada, fortalecida, conmovida y entusiasmada de ser cristiana católica.
Me ha gustado mucho la visita cariñosa de la Madre General en la que nos ha demostrado su amor gratificante. Ella cerró con broche de oro este maravilloso retiro.”
María Esther Galindo
Fraternidad María Madre del Divino Pastor.

martes, 28 de octubre de 2014

Paso de etapa en Curicó (Chile)

El pasado día 25 de octubre, en la ciudad de Curicó, Chile, continuaron su camino haciendo el paso a la 3ª etapa las siguientes personas:



       Cecilia del Carmen Aravena Pizarro
       Sergio Enrique Valenzuela Farías
       Hugo Enrique Parra Sepúlveda
       Zilda Andrea Soza Araya
       Maria Marcela Valdivia Díaz
       Janette Petronila Canales Contreras
       Carmen Gloria Olivos Valderrama
       Bernarda Patricia Alcaíno Negrete
       Rosa Mercedes Norambuena Monsalves




A todos ellos les deseamos que hayan pasado un feliz día y que la beata Mª Ana Mogas les siga acompañando en este camino. La Divina Pastora afiance su SI y les dé fuerza para continuar.

Un abrazo fraterno y una oración de toda la AMAM.
Equipo Animador General

viernes, 24 de octubre de 2014

Curso bíblico: Domingo 26.10.2014





En los versículos anteriores al evangelio de hoy los saduceos quisieron poner a Jesús en un aprieto, preguntándole sobre la resurrección de los muertos, que ellos negaban. Tras el diálogo, la gente se quedó admirada de la respuesta de Jesús, lo que tuvo que suponer una gran derrota para los saduceos. Ahora van a ser los fariseos los que quieren humillarle públicamente, haciéndole una pregunta francamente difícil en aquel tiempo.
La respuesta de Jesús nos conduce a lo esencial: nuestro amor a Dios y al prójimo están tan estrechamente unidos que son sólo dos aspectos de una misma realidad, son como las dos caras inseparables de una moneda. Nuestro amor al prójimo no es la respuesta que damos a su comportamiento con nosotros, sino la respuesta al amor que  Dios nos tiene. La única respuesta posible.
Para comprender este texto vamos a leerlo a la luz de otros dos textos del Antiguo Testamento, como veremos.

Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:

Al introducir el detalle de que uno de los fariseos era experto en la Ley nos está diciendo algo importante: no se puede discutir lo que afirma un experto que había estudiado muchos años la Ley, hasta en los más mínimos detalles. ¿Podrían discutir hoy un niño y un doctor en derecho sobre un texto legislativo?
Además la pregunta no es limpia. A lo largo de varias semanas el evangelio nos recuerda el acoso al que sometieron a Jesús una y otra vez hasta conseguir quitarlo de en medio. Cuando ahora vivimos incomprensiones o persecución estamos experimentando lo mismo que Jesús; es consecuencia del seguimiento. 

«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»

Como señalamos la semana pasada, con esta expresión san Mateo nos indica que la pregunta se la hacen personas ajenas a la comunidad de discípulos, porque si fueran del grupo de seguidores le llamarían Señor.
 La ley dada en tiempos de Moisés había ido derivando en multitud de leyes y normas, hasta llegar a 613 mandamientos. Era importante centrarse en el principal y muchos maestros de la ley no se ponían de acuerdo. Eso lo sabía el pueblo. Si Jesús sabía dar una respuesta correcta o convincente, quienes le escuchaban podrían considerar que conocía bien la ley de Moisés. Si no la daba quedaría descalificado públicamente como maestro.

Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser." Este es el primer mandamiento y el mayor.

Actualmente el corazón nos evoca la vida afectiva, por eso lo dibujamos para expresar el amor. En tiempos de Jesús el corazón tenía unas connotaciones mucho más amplias y profundas: expresaba toda la interioridad de la persona, su profundidad y su libertad. No era sólo la sede de las emociones sino de la inteligencia, el pensamiento, los recuerdos y  la memoria. Se consideraba el centro de las grandes opciones, como creer o no creer. La Biblia nombra más de mil veces la palabra corazón.
La palabra alma no era la contraposición del cuerpo, porque en el judaísmo no vivían ese dualismo, esa separación y oposición. Se refiere más bien a la dimensión espiritual. El corazón, junto con el alma y el ser expresan la totalidad de la persona. Nada queda fuera del amor de Dios. Conviene traducirlo a otras categorías que hoy sean significativas para nosotros: Amemos a Dios con nuestra inteligencia, memoria y voluntad; con nuestro pasado, presente y futuro; con nuestras luces y sombras; con nuestros miedos y deseos… Amemos con el corazón de hijos amados y con nuestras pobrezas y pecado…

Jesús, al responder, está citando literalmente un texto que era fundamental en el judaísmo, un texto que expresaba el credo de Israel: Escucha Israel el Señor, nuestro Dios, es el único Dios. Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón las palabras que yo te dicto hoy. Incúlcaselas a tus hijos y repíteselas cuando estés en casa, lo mismo que cuando vayas de camino, cuando estés acostado o levantado. Átatelas a las manos para que te sirvan de señal, póntelas en la frente, entre los ojos. Escríbelas en los postes de tu casa y en tus puertas” (Deuteronomio 6, 4-9)

Todo el capítulo 6 de este libro recuerda al pueblo los mandamientos y decretos que Yahvé les había dado. La palabra “Escucha” tenemos que traducirla como: presta oídos, entiende, discierne, obedece, pon atención…, es decir, exige una actitud muy atenta para grabar en lo más profundo lo que se escucha.

Estas palabras se convirtieron en una oración (Shemá) que los judíos recitaban y recitan al levantarse y al acostarse (de madrugada y al atardecer). Solían taparse los ojos con la palma de la mano derecha para centrarse en lo que estaban orando y no distraerse con lo que ocurría alrededor. Pero no era suficiente con orar la shemá, era imprescindible despertar a los hijos este amor, inculcárselo. Creían que la mejor pedagogía era la repetición y ponían empeño en hacerlo. Hoy sabemos que otros caminos, como el propio ejemplo, son mucho mejores.

Las manos eran expresión de la acción y del poder, por eso el mandamiento del Señor se entrelazaba en sus manos. Y se ponía en la frente, entre los ojos, que eran considerados reflejo del pensamiento, de la vida interior y de las intenciones que tenemos en el corazón. 

¿Por qué merecía la pena vivir ese amor a Dios? Porque serían bendecidos y Dios multiplicaría el fruto de sus entrañas, sus campos, animales, etc. Es decir, recibirían vida en abundancia. No se trataba de vivir unas normas impuestas. Se trataba de recordar lo que Dios había hecho por cada uno de ellos y por su pueblo y preguntarse ¿Cómo pagaré al Señor…? Jesús nos muestra el camino, el único camino:

El segundo mandamiento es semejante al primero: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo."

Jesús se presenta como auténtico maestro de la ley que es capaz de interpretarla y enseñarla con sabiduría. No responde mostrando cuál es el primero de los 613 mandamientos, sino cuál es la raíz, la savia, que da vida a todos ellos. 

Además, y esto es muy importante, en su tiempo no se “predicaba” habitualmente la unión entre el amor a Dios y al prójimo, incluso había ciertas trampas legales con las que se mostraba el amor a Dios haciendo daño al prójimo; por ejemplo un hijo podía dar al Templo un dinero como limosna, en lugar de atender con ese dinero a sus padres ancianos y necesitados.


Jesús reprochó varias veces la hipocresía que encerraba este comportamiento y nos ofrece una novedad revolucionaria al unir dos textos del Antiguo Testamento:
“Ama a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6,5)
Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19, 18)

No podemos olvidar una clave: estos mandamientos del Antiguo Testamento no eran leyes pesadas sino caminos para ser santos, porque Dios había dicho: “Sed santos, porque yo soy santo”Los mandamientos eran y son caminos concretos para dar pasos hacia el horizonte de la santidad, por ejemplo el capítulo 19 del Levítico nos recuerda: no os vayáis tras los ídolos, no hurtéis, no mintáis, no hagáis injusticias, etc. Este domingo es un día muy apropiado para releer atentamente ese capítulo y que nos despierte gestos y actitudes de conversión.

Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Esta expresión se refiere a los escritos del Antiguo Testamento que Jesús interpretó de nuevo, dándoles un sentido distinto al que le daban los rabinos en las sinagogas. Durante muchos años bastantes cristianos, venidos del judaísmo, seguían asistiendo a las sinagogas, pero las palabras que recoge Mateo ayudarían a esas personas a comprender que ya no hacía falta ir allí, porque la revelación se debía comprender y vivir desde la perspectiva que había ofrecido Jesús.

El evangelio en las TIC

  • Podemos escuchar la oración Shemá Israel cantada junto al Muro de las Lamentaciones,  para hacernos una idea de cómo se cantaba en tiempos de Jesús. Adonai es un modo de llamar a Dios, al Señor, sin pronunciar su nombre. http://youtu.be/sfF6-TkAnBM
  • Se pueden recordar y trabajar los 10 mandamientos  con este montaje  hecho por los Eudistas y las Hermanas del Fiat,  con dibujos de Fano y la canción “Como nos ama Dios” del grupo Son by Four (4,57 minutos) http://youtu.be/XlYBbZrPscQ
  • Canción sobre el mandamiento del amor, partiendo de los mandamientos de Moisés, http://youtu.be/LM0rbrs5ztk  cantada por niños y letra muy apropiada para los pequeños.

  • Canción de José Armando Álvarez sobre el amor al prójimo, con fotos impactantes de pobreza. http://youtu.be/SdoTbQkS9wQ Para adolescentes y mayores.

  • Texto con imágenes del evangelio de hoy: http://youtu.be/4GGjyex3R1Y  
PARA REFLEXIONAR

      1.      Personalmente

ü Todos hemos sido testigos, más de una vez, de incoherencias entre el amor a Dios y al hermano. Personas que dicen ser muy religiosas, que “rezan” y cumplen muchas “practicas religiosas” pero que en su corazón no tienen un lugar para el hermano, no se compadecen, no se acercan, critican, etc. Según el evangelio de hoy las dos cosas son esenciales, ¿Dónde está el fallo? ¿Cómo vamos a justificar que amamos a Dios y no amamos a los hijos que Él ama?

   También es posible que conozcamos personas que aman a los demás, se sacrifican por ellos, ayudan a sus hermanos, pero no han descubierto el amor a Dios, su misma persona.
    ¿Estamos en alguno de los dos grupos? ¿En qué lo constatamos? ¿Por qué lo vivimos así? ¿Se dan estas posturas en nuestra fraternidad, en nuestra familia, en nuestro trabajo...?

ü La identidad cristiana está esencialmente definida por las dos actitudes, engarzadas en un solo amor, el que viene de Dios, Dios mismo. Porque Él nos amó primero podemos amar a los hermanos. En el amor concreto y hecho obras con nuestros hermanos demostramos nuestro amor a Dios. ¿Cómo expresamos estas dos caras del amor en nuestra familia, nuestra fraternidad, etc?

ü Te invitamos a dedicar un ratito al silencio y la oración, pidiendo sinceramente al Señor que nos dé un corazón capaz de amarle a Él y  a los hermanos.  

           2.      En la familia, fraternidad.
    
Ü  Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no hemos entendido, lo que más nos ha gustado…

Ü  ¿Qué nos aporta este evangelio para las relaciones de familia? ¿Qué lugar ocupa Dios en nuestra familia? ¿En qué se hace concreto? ¿Enseñamos a nuestros hijos a amar a Dios y desde este amor amar a los demás o solo a portarse bien con los otros?

Ü  Pensamos juntos que podríamos hacer esta semana en nuestra familia, fraternidad, para responder al mensaje del evangelio de hoy.


viernes, 10 de octubre de 2014

Curso bíblico: Domingo 12.10.2014




Todos recibimos de Dios la invitación a las bodas de su Hijo, a las bodas de la vida, y el traje para vivir y celebrar plenamente. El evangelio de hoy nos plantea cómo es nuestra actitud ante esta invitación y ante lo que se nos regala, ¿recibimos esa lluvia de gracia de Dios o abrimos nuestros paraguas para que no nos cale?  ¿Nos arriesgamos a entrar en el banquete y “ponernos” el traje de fiesta?

Esta decisión es nuestra y de ella depende el recibir de Dios el reino definitivo o que se nos quite aun cuando nos sintamos “de los buenos”. Porque al final todo es don, regalo, invitación inmerecida.

Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda."

Para comprender mejor esta parábola tenemos que recordar lo que suponían las bodas en tiempos de Jesús. Una parte de la sociedad pasaba hambre habitualmente, por pobreza; otra parte porque la Torá (la Ley) prescribía muchos ayunos. Rara era la semana que no tenían que ayunar por algún motivo.
Las bodas duraban unos siete días, pero en algunos casos podían llegar a treinta días de celebración. Era una ocasión propicia para comer, beber, encontrarse las familias, danzar, llegar a acuerdos entre familias, etc. Eran fiestas de gran calado social y religioso. Los novios y novias de las familias ricas no sólo lucían las ropas y joyas que habían heredado de sus antepasados, sino que era costumbre pedir otras prestadas a familiares y amigos para que la boda tuviera todo su esplendor.  Incluso las parejas más pobres intentaban lucirse en las bodas por encima de sus posibilidades. La parábola quiere sugerirnos unos preparativos realmente extraordinarios.

 Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera y envió a sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Como ya hemos comentado en otros textos similares, la parábola deriva en una escena dramática para hacer reflexionar a los oyentes. Es impensable que los invitados no acudieran a la boda del hijo de un rey, sabiendo que era un gran privilegio ser invitado a ella; en esas celebraciones los reyes eran muy generosos. Quedarse con los preparativos y sin invitados era un motivo suficiente para montar en cólera y reaccionar con violencia.

Con esta descripción tan brutal quieren sugerirnos la gravedad de no acudir a una llamada, a una invitación que ha sido preparada cuidadosamente y supone derroche, generosidad… Cuando aplicamos esta alegoría a las invitaciones del propio Dios entendemos mejor que es una locura no responder a un encuentro al que hemos sido invitados.

Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales.

Esta parábola nos ofrece una imagen preciosa: el cruce de los caminos era el lugar de afluencia, por donde tenían que pasar todos: buenos y malos, ricos y pobres. Es una metáfora de lo que ocurre en la vida.

La sala del banquete se llenó de malos y buenos; las primeras comunidades también se estaban llenando de “malos y buenos” y era importante recordar el mensaje de Jesús para comprender que ese había sido su proyecto, su predicación y su estilo de vida. Muchas personas que se fueron incorporando a las comunidades tenían dificultad para entenderlo. Veinte siglos después seguimos teniendo esa misma dificultad.

Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

En las fiestas de los grandes personajes existía la costumbre de tener ropa de fiesta para prestar a los invitados que no traían una apropiada. Algo similar hacemos ahora, cuando prestamos una prenda de abrigo o un paraguas a quien viene a visitarnos y no ha sido precavido.

La parábola nos habla de una persona que decide no vestirse de manera adecuada, a pesar de que ha tenido ocasión de hacerlo. No nos quedemos con el detalle de la ropa sino con la actitud de rebeldía, y entenderemos mejor lo que supone que le echen de la boda.

“Ser llamados” es la invitación. Responder con coherencia está en nuestra mano.

Para reflexionar.

      1.      Personalmente

ü Dejamos que el texto “cale” en nosotros y hacemos memoria, ¿qué invitaciones he recibido de Dios? ¿en qué ocasiones he sido como los convidados del primer grupo? ¿qué “disculpa” pongo para no aceptar su invitación? (tengo mucho trabajo, mis hijos, mis alumnos, estoy cansado…) ¿en qué ocasiones he dejado mis planes, proyectos, gustos y he aceptado su invitación? 
ü Hago un momento de oración con lo reflexionado antes.

      2.      En la familia, fraternidad…
Ü Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no entendemos, lo que más nos ha gustado…
Ü Nuestra familia también está invitada a la fiesta, llamada por Jesús para participar en su banquete, para acoger sus dones. ¿A qué nos sentimos invitados como familia? ¿Cómo estamos respondiendo? ¿Cómo ayudamos a nuestros hijos, vecinos, compañeros..., a reconocer las invitaciones del Señor y a responderle?
Ü  Con el Salmo de este domingo, tan familiar en nuestra familia franciscana, terminamos rezando juntos:

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. (Salmo 22)


Seguidores