viernes, 26 de septiembre de 2014

Curso Bíblico: Domingo 28.09.2014




Los versículos que preceden a los del evangelio de hoy presentan a los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo preguntando a Jesús con qué autoridad predicaba y de quién había recibido esa autoridad. Pero Jesús no respondió a esa pregunta. En este texto es Jesús quien toma la iniciativa en el diálogo, para hacerles caer en la cuenta de que han rechazado el Reino que se les ha ofrecido y lo están acogiendo los pobres y pecadores.

Mateo 21, 28-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

Jesús se dirige a las autoridades máximas del judaísmo. En el Nuevo Testamento se nombran tres sumos sacerdotes: Anás, Caifás y Ananías, pero no sabemos si el evangelista, al hablar en plural, se refiere al sumo sacerdote que estaba en funciones aquel año y a sus predecesores o a quienes. Durante muchos años fue un cargo vitalicio, pero en tiempos de Jesús ya no lo era, sino que los sumos sacerdotes ejercían unos años, dependiendo de su comportamiento político y de la “mano izquierda” con la que presidían el sanedrín. Es decir, aunque este cargo implicaba tener la máxima autoridad religiosa, en realidad tenía muchas connotaciones políticas.

¿Qué os parece?

Con esta expresión se indica que Jesús exigió que escucharan atentamente, porque les estaba pidiendo su opinión.

Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?» Contestaron: «El primero.»

En esa sociedad patriarcal los padres organizaban y dirigían la vida de sus hijos, prácticamente hasta la muerte. El que los hijos hicieran la voluntad de los padres era el mayor honor que podía tener una familia, y conllevaba también el reconocimiento social. Por el contrario, desobedecer o negarse a cumplir la voluntad del padre (sobre todo si era un hecho público) era una humillación para los padres y una vergüenza social. También era habitual que los padres enviaran al campo a sus hijos y siervos, indicándoles el trabajo que debían realizar. La parábola recoge un hecho cotidiano de la vida del campo.

Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

Tanto los publicanos como las prostitutas eran los colectivos más rechazados y marginados en tiempos de Jesús. Además eran considerados pecadores públicos. El ejemplo que pone Jesús se convierte en un juicio durísimo contra las autoridades de su tiempo y en una explicación de por qué se había rodeado de gente marginal. Con su mirada misericordiosa, Jesús comprendió perfectamente la motivación que podía haber en aquellos hombres que se hicieron cobradores de impuestos para sacar adelante a su familia, aunque a los ojos de sus vecinos fueran considerados pecadores y traidores. O en el corazón de aquellas mujeres viudas o repudiadas que salían a los caminos para ejercer la prostitución. Cuando escucharon la predicación de Juan Bautista acogieron su invitación a la conversión. Sin embargo, los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo “ya estaban trabajando en la viña” de Yahvé, pero rechazaron la conversión que les ofreció Jesús y lo persiguieron hasta matarlo. También las primeras comunidades cristianas, a las que dirige su evangelio san Mateo, estaban llenas de hombres y mujeres pobres, pecadores y marginados que al oír la Buena Noticia vivieron un proceso de conversión y se bautizaron. ¡Estaban viviendo la voluntad del Padre! Seguro que estos oyentes entendieron muy bien la parábola. Además la parábola ayudaba a comprender por qué en las primeras comunidades había tanta gente que procedía de la marginación.
La pregunta que podemos hacernos ahora es si nuestras comunidades y nosotros hemos entendido el mensaje y hacemos los gestos de conversión apropiados.

PARA REFLEXIONAR:

     1.     Personalmente
ü  Después de leer y dejar que resuene en nosotros esta Palabra de Dios podemos contestar a las preguntas de Jesús, ¿Qué te parece? ¿Quién hizo la voluntad del Padre? Y plantearnos personalmente, ¿qué tipo de hijo soy yo? ¿Con qué personajes de la parábola me identifico más?

ü  De alguna forma somos “autoridad” como asociados y/o equipos animadores cristianos, ¿qué frutos de conversión estamos dando o nos sentimos llamados a dar?

      2.     En la familia, fraternidad…
Ü  Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no entendemos, lo que más nos ha gustado…

Ü  Como padres, parte del equipo local, provincial… nos podemos encontrar alguna vez actitudes parecidas en nuestros hijos, hermanos, fraternidades…, ¿cómo solemos reaccionar? ¿qué pistas nos da este evangelio?

Con ayuda de las Tic: 

  •          Fragmento de la película Jesús de Nazaret:


  • Narración libre y ampliada de la parábola con dibujos:


  •  Si queremos reflexionar sobre el aspecto concreto de decir la verdad, no ser hipócritas, podemos hacerlo con esta canción de Nico Montero. En ella insiste en que los hechos nos muestran como seguidores de Jesús. Solo ellos cambiarán el mundo:




Van diciendo a todos cual es la verdad,
Traicionan cuanto aman, por aparentar.
Juzgan y sentencian con facilidad,
Condenan al infierno a quien no piensa igual.

En nombre de Dios Padre, castigan sin cesar,
Corrompen y calumnian, traicionan la verdad,
SON: SEPULCROS BLANQUEADOS
A GOLPES DE PECHO
YO PINTO PARAÍSOS, TU PINTAS INFIERNOS (BIS)


No haced lo que os digan, y recordad
Que sólo por los hechos conoceréis,
Quienes son de veras los hijos de la paz,
Porque una fe sin obras es mentira y falsedad.
En nombre de Dios Padre...


Autoras:
Marifé Ramos (Doctora en Teología)
Hermana Guadalupe Labrador (Psicóloga y perteneciente a la congregación)

Encuentro Nacional AMAM-España

En esta ocasión compartimos la noticia del Encuentro Nacional que se va a celebrar en Madrid (España) este fin de semana. Están convocados asociados, grupos de formación y asesoras a vivir un fin de semana en fraternidad y a compartir experiencias que nos ayuden a seguir caminando.

Les deseamos que sean unos días enriquecedores en alegría, fraternidad y amor verdaderos.

Que el Señor y nuestra fundadora, la Beata Mª Ana Mogas Fontcuberta, les acompañen y abran sus corazones a esta experiencia.

De corazón nos unimos todos en oración por que esto sea así.

Equipo Animador General.

jueves, 18 de septiembre de 2014

CURSO BIBLICO: Domingo 21.09.14

Querido/a lector/a, paz y bien.

A partir de hoy comenzamos a compartir contigo un nuevo proyecto. Se trata de un Proyecto de Formación Bíblica que se está llevando a cabo en los colegios de nuestra Congregación (FMMDP) en España desde el curso pasado con una gran aceptación y muy buenos resultados; y lo comparten con nosotros.

La responsabilidad de este Proyecto es del Equipo de Titularidad y lo elaboran Marifé Ramos (Doctora en Teología) y la hermana Guadalupe Labrador (Psicóloga y perteneciente a la congregación). En este curso encontramos el comentario del Evangelio de cada domingo acompañado de una serie de cuestiones que nos ayudarán a reflexionar. Dichos comentarios que tratan de ayudar a entender el texto pero con sencillez y de manera que sirva a cada uno personalmente, para luego poder reflexionarlo en fraternidad, familia, etc... Aunque se trabaja el Evangelio de cada domingo, no es necesario delimitarlo a ese día, los podemos trabajar en cualquier momento.

Esperamos que os sean de ayuda y quedamos a vuestra disposición para cualquier comentario, sugerencia o aportación que queráis compartir.

Un abrazo fraterno.
Equipo Animador General AMAM.













Nos encontramos hoy con una parábola que nos sorprende y de entrada puede "descolocarnos". Dios “paga” a todos lo mismo, da a todos lo que necesitan para vivir, el salario diario, sin tener en cuenta –al parecer- sus horas de trabajo, su esfuerzo… el momento de su conversión. Y esto que nos habla de la libertad y bondad de Dios, que Jesús dice que es la nueva “lógica” del Reino, deja al descubierto la mezquindad de nuestras actitudes. De nuevo nos ayuda a plantearnos que actitudes son las que construyen  la comunidad cristiana, entonces y ahora.

Mateo 20, 1-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido" Ellos fueron.

Escena que se podía ver a diario en los campos de Galilea. En sitios estratégicos, como el cruce de caminos se situaban filas de personas que no tenían tierras, con la esperanza de ser contratadas ese día, para trabajar de sol a sol.
Al llegar a la tierra prometida se había hecho un reparto de tierras entre las tribus y las familias, pero con el paso del tiempo unas familias habían llegado a poseer grandes extensiones mientras otras no tenían ni un pedazo de tierra. Cada 50 años se celebraba un año jubilar y muchas familias podían recuperar las tierras que habían perdido sus antepasados, pero entre tanto debían buscar cada día el denario necesario para subsistir o ir a los campos a buscar fruta caída o las espigas que no habían recolectado los dueños de las tierras para poder comer.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña."
Esta actitud era tan inusual que los oyentes de la parábola empezarían a fruncir el ceño como diciéndose ¿Cómo va a acabar esto? Si nadie les ha contratado podía ser porque había poco trabajo en los campos o porque tenían algún defecto físico con el que se suponía que rendirían poco. Las personas más fuertes eran contratadas siempre las primeras.
Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Si la parábola acabara aquí nos hablaría de la generosidad de un propietario que paga más de lo que marca la ley de su tiempo y que sorprende porque contrata al atardecer en lugar de esperar a la mañana siguiente para hacerlo. Pero Jesús quiere que la parábola sea un espejo que nos permita reconocer las pobres actitudes que hay en nuestro corazón. Y el texto continúa. No existía el concepto de sueldo mensual, sino diario. Para mucha gente pobre se trataba de vivir una economía de supervivencia.
Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno."
Protestas. “Los has tratado igual que a nosotros”. Frase que refleja la pequeñez humana de la que todos participamos. En el colegio se protesta si se hace un examen de repesca final para salvar a los que ya parecían perdidos. En la familia si se levanta el castigo a un hermano. En la empresa si se concede algún tipo de beneficio a todos por igual. En la Iglesia si un golfo se arrepiente en el último momento de su vida… Y así sucesivamente.  El ego clama, protesta, porque no se siente satisfecho. Si yo tengo lo que necesito ¿por qué no me alegro de que otras personas lo tengan también?
Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»
Jesús sorprende de nuevo. Nos da dos claves: la libertad y la bondad. Las relaciones con Dios son un diálogo entre dos seres libres. La bondad de Dios nunca podremos entenderla porque no tenemos capacidad para saber lo que es el amor universal… Los santos y santas nos han mostrado con sus actitudes ese amor, por ejemplo hacia leprosos desconocidos, de otros continentes, que pueden contagiarme y morir. O el amor y cuidado a gente apestada hasta contraer la peste.
La actitud del propietario puede ser injusta si se aplica el derecho romano: hay que dar a cada uno lo que le corresponde. A los últimos no les corresponde legalmente un denario, pero necesitan esa moneda para mantener a su familia.  El Reino trastoca la pirámide social y nos introduce en la dimensión de la misericordia. Recibimos lo que necesitamos. Lo que falta en nuestro trabajo lo suple la misericordia, la mirada providente del Abba que sabe lo que necesitamos
El evangelio de hoy rompe nuestros esquemas:
Ofrece la salvación sin tener todo un historial de cumplimiento a sus espaldas, aunque fuera en el judaísmo (Concilio de Jerusalén)


Algunos fariseos que se habían convertido al cristianismo sostenían que los paganos si no se hacían la circuncisión, como había mandado Moisés, no podían salvarse. Sostenían que era necesario pasar por el judaísmo (con toda la carga de cumplimiento legal que suponía y que se había convertido en tiempos de Jesús en un carga pesada, insoportable incluso) para poder entrar en el cristianismo. “Después de un altercado y de una gran discusión de Pablo y Bernabé con quienes afirmaban eso, se dirigieron a Jerusalén para tratar la cuestión con los apóstoles que estaban allí. “El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no poneros ninguna carga más  que las necesarias” (Leer el capítulo 15 de los Hechos de los Apóstoles)

PARA REFLEXIONAR

        1.     Personalmente
ü  ¿Cuál es mi reaccion instintiva ante este texto? ¿En qué grupo de trabajadores me siento incluido? ¿Qué esquemas me rompe?
ü  Vamos a imaginar que este modo de proceder de Dios es el que se da en nuestra familia y en nuestro colegio, ¿en qué hechos se traduciría? ¿Qué consecuencias tendría?
ü  ¿Qué me invita a cambiar en mi vida el evangelio de hoy?

Para seguir pensando: “Los favoritos de Dios” de Luis Guitarra 


       2.     En la familia, fraternidad ...

Ü  Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no hemos entendido, lo que más nos ha gustado…
Ü  Tratamos de narrar esta parábola como una escena o situación de nuestra familia. Vamos cambiando sus personajes por los nuestros (padre, madre, hijos, hermanos…) teniendo cuidado en que queden reflejadas actitudes parecidas.
Ü  Como padres o madres, asociados, parte del equipo animador... ¿tenemos las actitudes del dueño de la viña? Si nos animamos compartimos algún ejemplo.

Seguidores